terça-feira, 19 de janeiro de 2010

Discurso de Zilda Arns no Haiti - En Español


Agradezco la honrosa invitación que me han hecho. Quiero manifestar mi gran alegría por estar aquí con todos ustedes en Puerto Príncipe, Haití, para participar de la asamblea de los religiosos.

Como hermana de 2 Franciscanos e 3 hermanas religiosas de la Congregación de las Hermanas Escolares de Nuestra Señora, estoy mucho feliz entre todos ustedes. Doy gracias a Dios por esto momento.

En realidad, todos nosotros estamos aquí, en este encuentro, porque sentimos dentro de nosotros una fuerte llamada a difundir en el mundo la buena noticia de Jesús. La buena noticia, transformada en acciones concretas, es luz y esperanza en la conquista de la PAZ en las familias y en las naciones. La construcción de la Paz empieza en el corazón de las personas y tiene su fundamento en el Amor, que tiene sus raíces en la gestación y en la primera infancia, y se transforma en Fraternidad y corresponsabilidad social.

La Paz es una conquista colectiva. Tiene lugar cuando impulsamos a las personas, cuando promovemos los valores culturales y éticos, las actitudes y prácticas de búsqueda del bien común, que aprendemos de nuestro Maestro Jesús: “Yo he venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia.” (Jn 10, 10)

Se espera que los agentes sociales sigan, además las referencias éticas y morales de nuestra Iglesia, sean como Ella, maestra en orientar a las familias y comunidades, especialmente en el área de salud, educación y derechos humanos. De este modo podemos formar masa crítica en las comunidades cristianas y de otras religiones, a favor de la protección del niño desde la concepción, y más excepcionalmente hasta los seis años, y del adolescente. Debemos esforzarnos para que nuestros legisladores elaboren leyes y los gobiernos ejecuten políticas públicas que incentiven la calidad de educación integral de los niños y salud, como prioridad absoluta.

El pueblo siguió Jesús porque tenía palabras de esperanza. Así nosotros somos llamados a anunciar experiencias positivas y caminos que lleven las comunidades, familias el país a serien más justos y fraternos.

Como discípulos y misioneros, invitados a evangelizar, sabemos que la fuerza propulsora de la transformación social está en la práctica del más grande de todos los mandamientos de la Ley de Dios: el Amor, expresado en la solidaridad fraterna, capaz de mover montañas. “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos” significa trabajar por la inclusión social, fruto de la Justicia; significa no tener prejuicios, aplicar nuestros mejores talentos en favor de la Vida Plena, prioritariamente de aquellos que más lo necesitan. Sumar esfuerzos para alcanzar los objetivos, servir con humildad y misericordia, sin perder la propia identidad. Todo este caminar necesita la comunicación constante para iluminar, animar, fortalecer y democratizar nuestra Misión de Fe y Vida.

Creemos que esta transformación social exige una inversión máxima de esfuerzos para el desarrollo integral de los niños. Este desarrollo empieza cuando el niño se encuentra aún en el vientre sagrado de su madre. Los niños, cuando están bien cuidados, son semillas de Paz y Esperanza. No existe ser humano más perfecto, más justo, más solidario y sin prejuicios que los niños.

Por algo dijo Jesús: “… si ustedes no se hacen como estos niños, no entrarán en el Reino de los Cielos” (Mt 18, 3). Y “Dejen que los niños vengan a mí, pues de ellos es el Reino de los Cielos” (Lc 18, 16). Hoy voy a compartir con ustedes una verdadera historia de amor e inspiración divina, un sueño que se hizo realidad. Como les ocurrió a los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35), “Jesús caminaba todo el tiempo con ellos. Lo reconocieron al partir el pan, símbolo de la vida.” En otro pasaje, cuando la barca en el mar de Galilea estaba a punto de hundirse bajo las olas violentas, allí estaba Jesús con ellos, para calmar la tormenta. (Mc 4, 35-41).

Con alegría voy a contarles lo que “he visto y de lo que he sido testigo” a lo largo de 26 años, desde la fundación de la Pastoral da Criança en septiembre de 1983. Aquello que era una semilla, que empezó en el pueblo de Florestópolis, estado de Paraná, en Brasil, se ha convertido en Organismo de Acción Social de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, presente en 42.000 comunidades pobres y en 7.000 parroquias de todas las Diócesis de Brasil.

Por la fuerza de la solidaridad fraterna, una red de 260 mil voluntarios, de los cuales 141 mil son lideres que viven en comunidades pobres, 92% son mujeres, e participan permanentemente en la construcción de un mundo mejor, más justo y más fraterno, al servicio de la Vida y la Esperanza. Cada voluntario dedica el por lo medio de 24 horas al mes a esta Misión transformadora de educar a las madres y familias pobres, compartir el pan de la fraternidad y generar conocimientos para la transformación social.

El objetivo de la Pastoral da Criança es reducir las causas de la desnutrición y la mortalidad infantil, promover el desarrollo integral de los niños, desde su concepción hasta los seis años de edad. La primera infancia es una etapa decisiva para la salud, la educación, la consolidación de valores culturales, el cultivo de la fe y la ciudadanía, con profundas repercusiones a lo largo de la vida.

Un poco de historia:

Soy la decimosegunda de 13 hermanos, cinco de ellos son religiosos. Tres Hermanas religiosas y dos sacerdotes franciscanos. Uno de ellos es D. Paulo Evaristo, el Cardenal Arns, Arzobispo emérito de Sao Paulo, conocido por su lucha a favor de los Derechos Humanos, principalmente durante los veinte años de la dictadura militar de Brasil.

En mayo de 1982, al volver de una reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, D. Paulo me llamó por teléfono por la noche. En aquella reunión, James Grant, entonces Director Ejecutivo de UNICEF, le habló con insistencia sobre el SUERO ORAL. Considerado como el mayor adelanto de la medicina del siglo pasado, ese suero era capaz de salvar de la muerte a millones de niños que podrían morir por deshidratación debida a la diarrea, una de las principales causas de mortalidad infantil en Brasil y en el mundo. James Grant logró convencer a D. Paulo para que motivara a la Iglesia Católica a enseñar a las madres a preparar y administrar el suero oral. Esto podría salvar millares de vidas.

Viuda desde hacía cinco años, yo estaba, aquella noche histórica, reunida con los cinco hijos, de entre nueve y diecinueve años, cuando recibí la llamada telefónica de mi hermano D. Paulo. Me contó lo que había pasado y me pidió que reflexionara sobre ello.

¿Cómo hacer realidad la propuesta de la Iglesia a ayudar a reducir la muerte de los niños? Yo me sentía feliz ante este nuevo desafío. ¡Era lo que más deseaba: educar a las madres y familias para que supieran cuidar mejor de sus hijos!

Creo que Dios, en cierto modo, me había preparado para esta misión. Basada en mi experiencia como médica pediatra y especialista en Salud Pública y en los muchos años de dirección de los servicios públicos de salud materno-infantil, comprendí que, además de mejorar la calidad de los servicios públicos y facilitarles a las madres e niños el acceso a ellos, lo que más falta les hacía a las madres pobres era el conocimiento y la solidaridad fraterna, para que pudieran poner en práctica algunas medidas básicas sencillas y capaces de salvar a sus hijos de la desnutrición y la muerte, como por ejemplo la educación alimentar y nutricional para las embarazadas y sus niños, la lactancia materna, las vacunas, el suero casero, el control nutricional, además de conocimientos sobre señales y síntomas de algunas enfermedades respiratorias y cómo prevenirlas.

Me vino a la mente entonces la metodología que utilizó Jesús para saciar el hambre de 5.000 hombres, sin contar a las mujeres y los niños. Era de noche y tenían hambre. Los discípulos le dijeron a Jesús que lo mejor era que se fueran a sus casas, pero Jesús les ordenó: “Denles de comer ustedes mismos”. El apóstol Felipe le dice a Jesús que no tenían dinero para comprar comida para tanta gente. Andrés, hermano de Simón, señaló a un niño que tenía dos peces y cinco panes. Y Jesús mandó que se sentaran en grupos de cincuenta a cien personas (en pequeñas comunidades). Entonces pensé: ¿Por qué mueren millones de niños mueren por motivos que se pueden fácilmente prevenir? O ¿cuál es la causa de que se vuelvan violentos y criminales en la adolescencia?

Recordé el inicio de mi carrera, cuando me desafié a mí misma a querer disminuir la mortalidad infantil y la desnutrición. Venían a mi memoria miles de madres que cambiaban la leche materna por un biberón diluido en agua sucia. Otras madres que no vacunaban a sus hijos, cuando todavía no había cesta básica en el Centro de Salud.

Otras madres que limpiaban la nariz a todos sus hijos con el mismo trapo, o pegaban a sus hijos y los humillaban cuando hacían pipí en la cama. Y todavía más triste, cuando el padre llegaba a la casa borracho. Al oír el llanto de hambre y de cariño de sus hijos, les pegaba incluso cuando eran muy pequeños. Se sabe, según los resultados de investigaciones de la OMS, cuya publicación acompañé en 1994, que los niños maltratados antes de un año de edad tienen una tendencia significativa a la violencia, y con frecuencia se hacen criminales antes de los 25 años.

¿La Iglesia, que somos todos nosotros, qué deberíamos hacer?

Tuve la seguridad de seguir la metodología de Jesús: organizar al pueblo en pequeñas comunidades; identificar líderes, familias con embarazadas y niños menores de seis años.

Los líderes que se dispusieran a trabajar voluntariamente en esta misión de salvar vidas, serían capacitados, en el espíritu de fe y vida, y preparados técnica y científicamente, en acciones básicas de salud, nutrición, educación y ciudadanía. Serían acompañados en su trabajo para que no se desanimaran. Tendrían la misión de compartir con las familias la solidaridad fraterna, el AMOR, los conocimientos sobre los cuidados con las embarazadas y los niños, para que éstos estén sanos y felices. Así como Jesús ordenó que mirasen si todos estaban saciados, tendríamos que implantar un sistema de informaciones, con algunos indicadores de fácil comprensión, incluso por líderes analfabetos o de baja escolaridad. Y ya veía ante mí muchos cestos de sabiduría y amor aprendidos con el pueblo.

Sentí que ahí estaba la metodología comunitaria, pues podría desarrollarse a gran escala por las diócesis, parroquias y comunidades. No solamente para salvar vidas de niños, sino también para construir un mundo más justo y fraterno. Sería la misión del “Buen Pastor”, que está atento a todas las ovejas, pero da prioridad a aquéllas que más lo necesitan. Los pobres y los excluidos.

En aquella maravillosa noche, diseñé en el papel, una comunidad pobre, donde identifiqué familias con embarazadas y niños menores de seis años y líderes comunitarios, tanto católicos como de otras confesiones y culturas, para llevar adelante acciones de una manera ecuménica, pues Jesús vino para que “todos tengan Vida y Vida en abundancia” (Juan 10,10). Estos es lo que necesita ser hecho aquí en Haití: hacer un mapa de las comunidades pobres, identificar los niños menores de 6 anos y sus familias, y lideres comunitarios que desean trabajar voluntariamente.

Desde la primera experiencia, la Pastoral da Criança cultivó la metodología de Jesús, que El aplicaba a gran escala. En Brasil, en más de 40.000 comunidades, de 7.000 parroquias de todas las 272 Diócesis y Prelaturas. Se está extendiendo, gradualmente, a otros veinte países. Éstos son, en América Latina y el Caribe: Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay, Uruguay, Perú, Venezuela, Guatemala, Panamá, República Dominicana, Haití, Honduras, Costa Rica y México; en África: Angola, Guinea-Bissau, Guinea Conakry y Mozambique y en Asia: Filipinas y Timor del Este.

Para organizar mejor el compartir las informaciones y la solidadreidad fraterna entre las madres y familias vecinas, las acciones se basan en tres estrategias de educación y comunicación: individual, grupal y de masas. La Pastoral da Criança utiliza simultáneamente las tres formas de comunicación para reforzar el mensaje, motivar y promover cambios de conducta, fortaleciendo las familias con informaciones sobre como cuidar de los niños, promoviendo la solidariedad fraterna.

La educación y la comunicación individual se hacen a través de la Visita Domiciliaria Mensual a las familias con embarazadas y niños. Los líderes acompañan a las familias vecinas en las comunidades más pobres, en áreas urbanas y rurales, en aldeas indígenas y en quilombos, en las áreas de la ribera del Amazonas. Atraviesan ríos y mares, suben y bajan montes de gran pendiente, caminan leguas, para oír los clamores de las madres y familias, educarlas y fortalecer la Paz, la Fe y los conocimientos. Intercambian ideas sobre salud y educación de los niños y de las embarazadas; enseñan y aprenden.

Con mucha confianza y ternura, fortalecen el tejido social de las comunidades, lo que lleva a la inclusión social.

Motivados por la Campaña Mundial patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1999, con el tema “Una vida sin violencia es un derecho nuestro”, la Pastoral da Criança incorporó una acción permanente de prevención de la violencia con el lema “La Paz comienza en casa”. Utilizó como una de las estrategias de comunicación, la distribución de seis millones de folletos con los “10 Mandamientos para lograr la paz en la familia”, debatidos en las comunidades y en las escuelas, de norte a sur del país.

Las visitas, entre tantas otras acciones, sirven para promover la Lactancia Materna, una escuela de diálogo y compartir, principalmente cuando se da como alimento exclusivo hasta los seis meses y se continúa dando como alimento preferente hasta más de un año, incluso hasta más de dos años, complementado con otros alimentos saludables. La succión adapta los músculos y huesos para una buena dicción, una mejor respiración y una arcada dental más saludable. El cariño de la madre acariciando la cabeza del bebé mejora la conexión de las neuronas. La psicomotricidad del niño que mama del pecho es más avanzada. Tanto es así que se sienta, anda, y habla más pronto, aprende mejor en la escuela. Es el factor esencial para el desarrollo afectivo y protección de la salud de los bebés, para toda la vida. La solidaridad despunta, promovida por las horas de contacto directo con la madre. Durante la visita domiciliaria, la educación de las mujeres y de sus familias eleva la autoestima, estimula los cuidados personales y los cuidados con los niños. Con esta educación de las familias se promueve la inclusión social.

La educación y la comunicación grupal tienen lugar cada mes en miles de comunidades. Es el Día de la Celebración de la Vida. Momento dedicado al fortalecimiento de la fe y de la amistad entre las familias. Además del control nutricional, están los juguetes y juegos con los niños y la orientación sobre ciudadanía. En este día las madres comparten prácticas de aprovechamiento adecuado de alimentos de la región de bajo coste y alto valor nutritivo. Las frutas, hojas verdes, semillas y tallos, que muchas veces no son valorados por las familias.

Otra oportunidad de formación grupal es la Reunión Mensual de Reflexión y Evaluación de los líderes en la comunidad. El objetivo principal de esta reunión es discutir y establecer soluciones para los problemas encontrados.

Estas acciones integran el sistema de información de la Pastoral da Criança para poder acompañar los esfuerzos realizados y sus resultados a través de Indicadores. La desnutrición fue controlada. De mas de 50% de desnutridos en el comienzo, hoy está en el 3,1%. La mortalidad infantil fue drásticamente reducida y hoy está en 13 muertes por mil nacidos vivos en las comunidades con Pastoral da Criança. El índice nacional es 23,3, pero se sabe que las muertes en comunidades pobres, donde está la Pastoral da Criança, es mas grande que el por lo medio general. En 1982 la mortalidad infantil en Brasil fue 82,8 por mil nacidos vivos. Estos resultados han servido de base para conquistar entidades, como el Ministerio de Salud, UNICEF, Banco HSBC y otras Empresas. Ellas, nos apoyan en las capacitaciones y en todas las actividades básicas de salud, nutrición, educación y ciudadanía. EL COSTE NIÑO/ MES es de menos de UN DÓLAR.

En relación a la educación y a la comunicación de masas presentaré tres experiencias concretas de cómo la comunicación es un instrumento de defensa de los derechos de la Infancia.

Materiales impresos:

El material impreso diseñado específicamente para ayudar en la formación del líder de la Pastoral da Criança, lo instructores y los multiplicadores y servir como herramienta de trabajo en la tarea de guiar las familias y comunidades sobre cuestiones de salud, nutrición, educación y ciudadanía. Además del Guía de la Pastoral da Criança, se puso en marcha publicaciones como el Manual del Facilitador, Juguetes y Juegos, Comida y los Huertos Familiares, alfabetización de jóvenes y adultos y la movilización social.

El periódico de la Pastoral da Criança, con una tirada mensual de alrededor de 280 mil, o sea, 3 millones y 300 mil ejemplares al año, y llega a todos los líderes de la Pastoral da Criança. Es una herramienta para la formación continua.

El Boletín Dicas abarca cuestiones relacionadas con la salud y la educación para ciudadanía Está especialmente diseñado para los coordinadores y capacitadores de la Pastoral da Criança. Cada publicación llega a 7 mil coordinaciones.

Para ayudar en la vigilancia de las mujeres embarazadas, la Pastoral da Criança, creó la lazos de amor, tarjetas con consejos sobre el embarazo saludable y un parto. Otros materiales impresos de gran impacto social es el folleto con los 10 mandamientos para la Paz en la Familia. 12 millones de folletos se distribuyeron en los últimos años.

Además de estos materiales impresos, se envía para las comunidades da Pastoral da Crianza material para el labor de pesaje de los niños, tales como balanzas y también cucharas de medir para la rehidratación oral y sacos de juguetes para los niños jugar en el día de celebración vida.

Material de sonido y vídeo:

Otra área en la que la Pastoral da Criança produce materiales es de sonido y la producción de películas educativas. El Show en vivo de la Radio de la Vida, producido y grabado en el estudio de la Pastoral da Crianza, llega a millones de oyentes en todo Brasil. Con los temas de la salud, la educación de la primera infancia y la transformación social, el programa de radio Viva la Vida se emite semanalmente 3.740 veces. Estamos "en el aire", de 2310 horas semanales en todo Brasil. Además, el Programa Viva la Vida también se ejecuta en varios tipos de sistemas de sonido de CD y aparatos en las reuniones del grupo.

La Pastoral da Criança también produce películas educativas para mejorar y dar a conocer su trabajo en las bases. En la actualidad hay 12 títulos producidos que se ocupan de la prevención de la violencia contra los niños, comida saludable, el embarazo, la participación en los Consejos Municipales de Salud, la prevención del SIDA y otros.

Campañas:

Pastoral de la Infancia realiza y colabora en varias campañas para mejorar la calidad de vida de las mujeres embarazadas, familias y niños. Éstos son algunos ejemplos:

a. Campañas de sales de rehidratación oral

b. Campaña de Certificado de Nacimiento: la falta de información, la distancia de la oficina y la burocracia es que las personas se quedan sin un certificado de nacimiento. La movilización nacional para el registro civil de nacimiento que une el estado brasileño y la sociedad para garantizar a cada ciudadano de pleno derecho el nombre y los derechos.

c. Campaña para fomentar la lactancia materna: la leche materna es un alimento perfecto que Dios ha puesto a la disposición en los primeros años de vida. Permanentemente, la Pastoral da Criança, promueve la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y luego continuar con otros alimentos. Esto protege contra la enfermedad, desarrolla mejor y fortalece el niño.

d. Campaña para la prevención de la tuberculosis, la neumonía y la Lepra: las tres enfermedades siguen afectando a muchos niños y adultos en nuestro país. La Pastoral da Criança prepara materiales específicos de comunicación para educar al público acerca de los síntomas, el tratamiento y los medios de prevención de esta enfermedad.

e. Campaña de Saneamiento: acceso al agua potable y tratamiento de aguas residuales contribuye a reducir la mortalidad infantil. Pastoral de la Infancia en colaboración con otros organismos movilizar a la comunidad a la demanda de tales servicios a los gobiernos locales y utiliza los medios a su alcance para difundir información relacionada con el saneamiento.

f. Campaña de prevención del VIH / SIDA y Sífilis: la prueba de prevención del VIH / SIDA y la sífilis durante el período prenatal, posibilita la disminución de 25% a 1% el riesgo de transmisión al bebé. Pastoral da Criança apoya la campaña nacional para el diagnóstico precoz de estas enfermedades.

g. Campaña para la Prevención de la muerte súbita de bebés "a dormir boca arriba es más seguro": Con el fin de alertar a sobre los riesgos y prevenir hasta el 70% de las muertes súbitas en la infancia, la Pastoral da Criança puso en marcha esta gran campaña, dirigida a los las familias ponen a sus bebés a dormir boca arriba.

h. Campaña para la Prevención del Abuso Infantil: Con esta campaña, la Pastoral da Criança esclarece las familias y la sociedad sobre la importancia de la prevención de la violencia, palizas y abuso sexual. Esta campaña incluye también la distribución del folleto con los 10 mandamientos para la paz en la familia, como un incentivo para mantener a los niños en un ambiente de paz y armonía.

i. Campaña - 20 de noviembre, día de oración y de acción por la niñez: La Pastoral da Criança participa en los esfuerzos globales para la atención integral y protección de los niños y adolescentes, en colaboración con la Red Mundial de Religiones para la Infancia (GNRC.

En diciembre de 2009 cumplí 50 años de médica y, antes de 2002, confieso que nunca había oído hablar en ningún programa de UNICEF, o de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni de otro organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que estimulase la espiritualidad como componente de desarrollo de la persona. Como una de las integrantes de la comitiva de Brasil en la Asamblea de la ONU de 2002, que reunió a 186 países, a favor de la infancia, tuve la satisfacción de oír la definición final sobre el desarrollo integral del niño que contempla su “desarrollo físico, social, mental, espiritual y cognitivo”. Esto fue un gran avance, y viene al encuentro del proceso de formación y comunicación que hacemos en la Pastoral da Criança. En este proceso se ve a la persona de manera completa e integrada en su relación personal, con el prójimo, con el ambiente y con Dios.

Estoy convencida de que la solución de la mayoría de los problemas sociales está relacionada con la reducción urgente de las desigualdades sociales, con la eliminación de la corrupción, con la promoción de la justicia social, con el acceso a la salud y la educación de calidad, la ayuda mutua financiera y técnica entre las naciones, para la preservación y recuperación del medio ambiente. Como señala el reciente documento del Papa Benedicto XVI, Caritas in Veritate (Caridad en la verdad), “la naturaleza es un don de Dios, y precisa ser usada con responsabilidad”. El mundo está despertando por las señales del calentamiento global, que se manifiesta en los desastres naturales, más intensos y frecuentes. La gran crisis económica demostró la interrelación entre los países.

Para no sucumbir, se exige solidaridad entre las naciones. Es la solidaridad y la fraternidad lo que más necesita el mundo para sobrevivir y encontrar el camino de la Paz.

Final:

Desde su fundación, la Pastoral da Criança invierte en la formación de los voluntarios y en el acompañamiento de niños y embarazadas, en la familia y en la comunidad.

Actualmente son 1.985.347 niños (= un millón novecientos ochenta y cinco mil trescientos cuarenta y siete niños), 108.342 embarazadas (= ciento ocho mil trescientas cuarenta y dos embarazadas) de 1.553.717 familias (= un millón quinientas cincuenta y tres mil setecientas diecisiete familias). Su metodología comunitaria y sus resultados, así como su participación en la promoción de políticas públicas con la presencia en Consejos de Salud, Derechos del Niño y del Adolescente y en otros Consejos han llevado a cambios profundos en el país, mejorando los indicadores sociales y económicos. Los resultados del trabajo voluntario, con la mística del amor a Dios y al prójimo, en sintonía con nuestra madre tierra, que a todos debe alimentar, nuestros hermanos, los frutos y las flores, nuestros ríos, lagos, mares, bosques y animales. Todo esto nos muestra cómo la sociedad organizada puede ser protagonista de su transformación. En este espíritu, al fortalecer los lazos que unen a la comunidad, podemos encontrar las soluciones para los graves problemas sociales, que afectan a las familias pobres.

Como los pájaros, que cuidan de sus hijos al hacer un nido alto de los árboles y en las montañas, lejos de los depredadores, las amenazas y peligros, y más cerca de Dios, debemos cuidar de nuestros niños como un bien sagrado, promover el respeto sus derechos y protegerlos.

¡Muchas gracias!
¡Qué Dios acompañe a todos!

Dra. Zilda Arns Neumann
Médica pediatra y especialista en Salud Pública
Fundadora y Coordinadora de la Pastoral da Criança Internacional
Coordinadora Nacional de la Pastoral de la Persona Idosa

Discurso de Zilda Arns no Haiti - Em Português


Agradeço o honroso convite que me foi feito. Quero manifestar minha grande alegria por estar aqui com todos vocês em Porto Príncipe, Haiti, para participar da assembleia de religiosos.

Como irmã de dois franciscanos e de três irmãs da Congregação das Irmãs Escolares de Nossa Senhora, estou muito feliz entre todos vocês. Dou graças a Deus por este momento.

Na realidade, todos nós estamos aqui, neste encontro, porque sentimos dentro de nós um forte chamado para difundir ao mundo a boa notícia de Jesus. A boa notícia, transformada em ações concretas, é luz e esperança na conquista da paz nas famílias e nas nações. A construção da paz começa no coração das pessoas e tem seu fundamento no amor, que tem suas raízes na gestação e na primeira infância, e se transforma em fraternidade e responsabilidade social.

A paz é uma conquista coletiva. Tem lugar quando encorajamos as pessoas, quando promovemos os valores culturais e éticos, as atitudes e práticas da busca do bem comum, que aprendemos com nosso mestre Jesus: “Eu vim para que todos tenham vida e a tenham em abundância” (Jo 10.10).

Espera-se que os agentes sociais continuem, além das referências éticas e morais de nossa Igreja, a ser como ela, mestres em orientar as famílias e comunidades, especialmente na área da saúde, educação e direitos humanos. Deste modo, podemos formar a massa crítica das comunidades cristãs e de outras religiões em favor da proteção da criança desde a concepção, e mais excepcionalmente até os seis anos, e do adolescente. Devemos nos esforçar para que nossos legisladores elaborem leis e os governos executem políticas públicas que incentivem a qualidade da educação integral das crianças e saúde, como prioridade absoluta.

O povo seguiu Jesus porque ele tinha palavras de esperança. Assim, nós somos chamados para anunciar as experiências positivas e os caminhos que levam as comunidades, famílias e pais a serem mais justos e fraternos.

Como discípulos e missionários, convidados a evangelizar, sabemos que força propulsora da transformação social está na prática do maior de todos os mandamentos da Lei de Deus: o amor, expressado na solidariedade fraterna, capaz de mover montanhas: “Amar a Deus sobre todas as coisas e ao próximo como a nós mesmos” significa trabalhar pela inclusão social, fruto da Justiça; significa não ter preconceitos, aplicar nossos melhores talentos em favor da vida plena, prioritariamente daqueles que mais necessitam. Somar esforços para alcançar os objetivos, servir com humildade e misericórdia, sem perder a própria identidade. Todo esse caminho necessita de comunicação constante para iluminar, animar, fortalecer e democratizar nossa missão de fé e vida. Cremos que esta transformação social exige um investimento máximo de esforços para o desenvolvimento integral das crianças. Este desenvolvimento começa quanto a criança se encontra ainda no ventre sagrado da sua mãe. As crianças, quando estão bem cuidadas, são sementes de paz e esperança. Não existe ser humano mais perfeito, mais justo, mais solidário e sem preconceitos que as crianças.

Não é por nada que disse Jesus: “… se vocês não ficarem iguais a estas crianças, não entrará no Reino dos Céus” (MT 18,3). E “deixem que as crianças venham a mim, pois deles é o Reino dos Céus” (Lc 18, 16).

Hoje vou compartilhar com vocês uma verdadeira história de amor e inspiração divina, um sonho que se fez realidade. Como ocorreu com os discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35), “Jesus caminhava todo o tempo com eles. Ele foi reconhecido a partir do pão, símbolo da vida.” Em outra passagem, quando o barco no Mar da Galileia estava prestes a afundar sob violentas ondas, ali estava Jesus com eles, para acalmar a tormenta. (Mc 4, 35-41).

Com alegria vou contar o que “eu vi e o que tenho testemunhado” a mais de 26 anos desde a fundação da Pastoral da Criança, em setembro de 1983.

Aquilo que era uma semente, que começou na cidade de Florestópolis, Estado do Paraná, no Brasil, se converteu no Organismo de Ação Social da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil, presente em 42 mil comunidades pobres e nas 7.000 paróquias de todas as Dioceses da Brasil.

Por força da solidariedade fraterna, uma rede de 260 mil voluntários, dos quais 141 mil são líderes que vivem em comunidades pobres, 92% são mulheres, e participam permanentemente da construção de um mundo melhor, mais justo e mais fraterno, em serviço da vida e da esperança. Cada voluntário dedica em média 24 horas ao mês a esta missão transformadora de educar as mães e famílias pobres, compartilhar o pão da fraternidade e gerar conhecimentos para a transformação social.

O objetivo da Pastoral da Criança é reduzir as causas da desnutrição e a mortalidade infantil, promover o desenvolvimento integral das crianças, desde sua concepção até o seis anos de idade. A primeira infância é uma etapa decisiva para a saúde, a educação, a consolidação dos valores culturais, o cultivo da fé e da cidadania com profundas repercussões por toda a vida.

Um pouco de história:

Sou a 12ª de 13 irmãos, cinco deles são religiosos. Três irmãs religiosas e dois sacerdotes franciscanos. Um deles é D. Paulo Evaristo, o Cardel Arns, Arcebispo emérito de São Paulo, conhecido por sua luta em favor dos direitos humanos, principalmente durante os vinte anos da ditadura militar do Brasil.

Em maio de 1982, ao voltar de uma reunião da Organização das Nações Unidas (ONU), em Genebra, D. Paulo me chamou pelo telefone à noite. Naquela reunião, James Grant, então diretor executivo da Unicef (Fundo das Nações Unidas para a Infância), falou com insistência sobre o soro oral. Considerado como o maior avanço da medicina no século passado, esse soro era capaz de salvar da morte milhões de crianças que poderiam morrer por desidratação devido a diarreia, uma das principais causas da mortalidade infantil no Brasil e no mundo. James Grant conseguiu convencer a D. Paulo para que motivasse a Igreja Católica a ensinar as mães a preparar e administrar o soro oral. Isto podia salvar milhares de vidas.

Viúva fazia cinco anos, eu estava, naquela noite histórica, reunida com os cinco filhos, entre os nove e dezenove anos, quando recebi a chamada telefônica do meu irmão D. Paulo. Ele me contou o que havia passado e me pediu para refletir sobre ele. Como tornar realidade a proposta da Igreja de ajudar a reduzir a morte das crianças? Eu me senti feliz diante deste novo desafio. Era o que mais desejava: educar as mães e famílias para que soubessem cuidar melhor de seus filhos!

Creio que Deus, de certo modo, havia me preparado para esta missão. Baseada na minha experiência como médica pediatra e especialista em saúde pública e nos muitos anos de direção dos serviços públicos de saúde materna-infantil, compreendi que, além de melhorar a qualidade dos serviços públicos e facilitar às mães e crianças o acesso a eles, o que mais falta fazia às mães pobres era o conhecimento e a solidariedade fraterna, para que pudessem colocar em prática algumas medidas básicas simples e capazes de salvar seus filhos da desnutrição e da morte, como por exemplo a educação alimentar e nutricional para as grávidas e seus filhos, a amamentação materna, as vacinas, o soro caseiro, o controle nutricional, além dos conhecimentos sobre sinais e sintomas de algumas doenças respiratórias e como as prevenir.

Me vem à mente então a metodologia que utilizou Jesus para saciar a fome de 5.000 homens, sem contar as mulheres e as crianças. Era noite e tinham fome. Os discípulos disseram a Jesus que o melhor era que deixassem suas casa, mas Jesus ordenou: “Dai-lhes vós de comer”. O apóstolo Felipe disse a Jesus que não tinham dinheiro para comprar comida para tanta gente. André, irmão de Simão, sinalou a uma criança que tinha dois peixes e cinco pães. E Jesus mandou que se sentassem em grupos de cinquenta a cem pessoas (em pequenas comunidades). Então pensei: “Por que morrem milhões de crianças por motivos que podem facilmente ser prevenidos? O que faz com que eles se tornem criminosos e violentos na adolescência?”

Recordei o inicio da minha carreira, quando me desafiei a querer diminuir a mortalidade infantil e a desnutrição. Vieram a minha mente milhares de mães que trocaram o leite materno pela mamadeira diluída em água suja. Outras mães que não vacinam seus filhos, quando não havia ainda cesta básica no Centro de Saúde. Outras mães que limpavam o nariz de todos os seus filhos com o mesmo pano, ou pegavam seus filhos e os humilhavam quando faziam xixi na cama. E, ainda mais triste, quando o pai chegava em casa bêbado. Ao ouvir o grito de fome e carinho de seus filhos, os venciam mesmo quando eram muito pequenos. Sabe-se, segundo resultados de pesquisas da OMS (Organização Mundial da Saúde), cuja publicação acompanhei em 1994, que as crianças maltratadas antes de um ano de idade têm uma tendência significativa para violência, e com frequência fazem crimes antes dos 25 anos.

A Igreja, que somos todos nós, que devíamos fazer?

Tive a seguridade de seguir a metodologia de Jesus: organizara as pessoas em pequenas comunidades; identificar líderes, famílias com grávidas e crianças menores de seis anos. Os líderes que se dispusessem a trabalhar voluntariamente nessa missão de salvar vidas, seriam capacitados, no espírito da fé e vida, e preparados técnica e cientificamente, em ações básicas de saúde, nutrição, educação e cidadania. Seriam acompanhados em seu trabalho para que não se desanimassem. Teriam a missão de compartilhar com as famílias a solidariedade fraterna, o amor, os conhecimentos sobre os cuidados com as grávidas e as crianças, para que estes sejam saudáveis e felizes. Assim como Jesus ordenou que considerassem se todos estavam saciados, tínhamos que implantar um sistema de informações, com alguns indicadores de fácil compressão, inclusive para líderes analfabetos ou de baixa escolaridade. E vi diante de mim muitos gestos de sabedoria e amor apreendidos com o povo.

Senti que ali estava a metodologia comunitária, pois podia se desenvolver em grande escala pelas dioceses, paróquias e comunidades. Não somente para salvar vidas de crianças, mas também para construir um mundo mais justo e fraterno. Seria a missão do “Bom Pastor”, que estão atentos a todas as ovelhas, mas dando prioridade àquelas que mais necessitam. Os pobres e os excluídos.

Naquela maravilhosa noite, desenhei no papel uma comunidade pobre, onde identifique famílias com grávidas e filhos menores de seis anos e lideres comunitários, tanto católicos como de outras confissões e culturas, para levar adiante ações de maneira ecumênica, pois Jesus veio par que “todos tenham Vida e Vida em abundância” (João 10,10). Isto é o que precisa ser feito aqui no Haiti: fazer um mapa das comunidades pobres, identificar as crianças menores de 6 anos e suas famílias e lideres comunitários que desejam trabalhar voluntariamente.

Desde a primeira experiência, a Pastoral da Criança cultivou a metodologia de Jesus, que é aplicada em grande escala. No Brasil, em mais de 40 mil comunidades, de 7.000 paróquias de todas as 272 diocese e prelazias. Está se estendendo a 20 países. Estes são, na América Latina e no Caribe: Argentina, Bolívia, Colômbia, Paraguai, Uruguai, Peru, Venezuela, Guatemala, Panamá, República Dominicana, Haiti, Honduras, Costa Rica e México; na África: Angola, Guiné-Bissau, Guiné Conakry e Moçambique, e na Ásia: Filipinas e Timor Leste.

Para organizar melhor e compartilhar as informações e a solidariedade fraterna entre as mães e famílias vizinhas, as ações se baseiam em três estratégias de educação e comunicação: individual, de grupo e de massas. A Pastoral da Criança utiliza simultaneamente as três formas de comunicação para reforçar a mensagem, motivar e promover mudanças de conduta, fortalecendo as famílias com informações sobre como cuidar dos filhos, promovendo a solidariedade fraterna.

A educação e comunicação individual se fazem através da “Visita Domiciliar Mensal nas famílias” com grávidas e filhos. Os líderes acompanham as famílias vizinhas nas comunidades mais pobres, nas áreas urbanas e rurais, nas aldeias indígenas e nos quilombos, e nas áreas ribeirinhas do Amazonas. Atravessam rios e mares, sobem e descem montes de encostas íngremes, caminham léguas, para ouvir os clamores das mães e famílias, para educar e fortalecer a paz, a fé e os conhecimentos. Trocam ideias sobre saúde e educação das crianças e das grávidas; ensinam e aprendem.

Com muita confiança e ternura, fortalecem o tecido social das comunidade, o que leva a inclusão social.

Motivados pela Campanha Mundial patrocinadas pela ONU (Organização das Nações Unidas), em 1999, com o tema “Uma vida sem violência é um direito nosso”, a Pastoral da Criança incorporou uma ação permanente de prevenção da violência com o lema “A Paz começa em casa”. Utilizou como uma das estratégias de comunicação a distribuição de seis milhões de folhetos com “10 Mandamentos para alcançar a paz na família”, debatíamos nas comunidades e nas escolas, do norte ao sul do país.

As visitas, entre tantas outras ações, servem para promover a amamentação materna, uma escola de dialogo e compartilhar, principalmente quando se dá como alimento exclusivo até os seis meses e se continua dando como alimento preferencial além do um ano, inclusive além dos dois anos, complementarmente com outros alimentos saudáveis. A sucção adapta os músculos e ossos para uma boa dicção, uma melhor respiração e uma arcada dentária mais saudável. O carinho da mãe acariciando a cabeça do bebe melhora a conexão dos neurônios. A psicomotricidade da criança que mama no peito é mais avançada. Tanto é assim que se senta, anda e fala mais rápido, aprende melhor na escola. É fator essencial para o desenvolvimento afetivo e proteção da saúde dos bebês, para toda a vida. A solidariedade desponta, promovida pelas horas de contato direto com a mãe. Durante a visita domiciliar, a educação das mulheres e de seus familiares eleva a autoestima, estimula os cuidados pessoais e os cuidados com as crianças. Com esta educação das famílias se promove a inclusão social.

A educação e a comunicação grupal têm lugar cada em cada mês em milhares de comunidades. Esse é o Dia da Celebração da Vida. Momento dedicado ao fortalecimento da fé e da amizade entre famílias. Além do controle nutricional, estão os brinquedos e as brincadeiras com as crianças e a orientação sobre a cidadania. Neste dia as mães compartilham práticas de aproveitamento adequado de alimentos da região de baixo custo e alto valor nutritivo. As frutas, folhas verdes, sementes e talos, que muitas vezes não são valorizados pelas famílias.

Outra oportunidade de formação de grupo é a Reunião Mensal de Reflexão e Evolução dos líderes da comunidade. O objetivo principal desta reunião é discutir e estabelecer soluções para os problemas encontrados.

Essas ações integram o sistema de informação da Pastoral da Criança para poder acompanhar os esforços realizados e seus resultados através de Indicadores. A desnutrição foi controlada. De mais de 50% de desnutridos no começo, hoje está em 3,1%. A mortalidade infantil foi drasticamente reduzida e hoje está em 13 mortos por mil nascidos vivos nas comunidades com Pastoral da Criança. O índice nacional é 2,33, mas se sabe que as mortes em comunidades pobres, onde estão a Pastoral da Criança, é maior que é na média geral. Em 1982, a mortalidade infantil no Brasil foi 82,8 por mil nascidos vivos. Estes resultados têm servido de base para conquistar entidades, como o Ministério da Saúde, Unicef, Banco HSBC, e outras empresas. Elas nos apoiam nas capacitações e em todas as atividades básicas de saúde, nutrição, educação e cidadania. O custo criança/mês é de menos de US$ 1.

Em relação à educação e à comunicação de massas apresentará três experiências concretas de como a comunicação é um instrumento de defesa dos direitos da infância.

Materiais impressos:

O material impresso foi concebido especificamente para ajudar a formação do líder da Pastoral da Criança. Os instrutores e os multiplicadores servem como ferramenta de trabalho na tarefa de guiar as famílias e comunidades sobre questões de saúde, nutrição, educação e cidadania. Além do Guia da Pastoral da Criança, se colocou em marcha publicações como o Manual do Facilitador, Brinquedos e Jogos, Comida e as Hortas Familiares, alfabetização de jovens e adultos e mobilização social.

O jornal da Pastoral da Criança, com tiragem mensal de cerca de 280 mil — ou seja 3 milhões e 300 mil exemplares por ano — chega a todos os líderes da Pastoral da Criança. É uma ferramenta para a formação continua.

O Boletim Dicas abarca questões relacionadas com a saúde e a educação para cidadania. Este especialmente concebido para os coordenadores e capacitadores da Pastoral da Criança. Cada publicação chega a 7.000 coordenadores.

Para ajudar na vigilância das mulheres grávidas, a Pastoral da Criança criou os laços de amor, cartões com conselhos sobre a gravidez e um partos saudável.

Outros materiais impressos de grande impacto social é o folheto com os 10 mandamentos para a Paz na Família, 12 milhões de folhetos foram distribuídos nos últimos anos.

Além desses materiais impressos, se envia para as comunidades da Pastoral da Criança material para o trabalho de pesagem das crianças, objetos como balanças e também colheres de medir para a reidratarão oral e sacos de brinquedos para as crianças brincarem no dia da celebração da vida.

Material de som e vídeo:

Outra área em que a Pastoral da Criança produz materiais é de som e a produção de filmes educativos. O Show ao vivo da Rádio da Vida, produzido e gravado no estúdio da Pastoral da Criança, chega a milhões de ouvintes em todo Brasil. Com os temas de saúde, de educação na primeira infância e a transformação social, o programa de rádio Viva a Vida se transmite semanalmente 3.740 vezes. Estamos “no ar”, de 2.310 horas semanais em todo Brasil. Além disso, o Programa Viva a Vida também se executa em vários tipos de sistemas de som de CD e aparados nas reuniões de grupo.

A Pastoral da Criança também produz filmes educativos para melhorar e dar conhecimento de seu trabalho nas bases. Atualmente há 12 títulos produzidos que sem ocupam na prevenção da violência contra as crianças, comida saudável, na gravidez, e na participação dos Conselhos Municipais de Saúde, na preservação da AIDS e outros.

Campanhas:

A Pastoral da Infância realiza e colabora em várias campanhas para melhorar a qualidade de vida das mulheres grávidas, famílias e crianças. Estes são alguns exemplos:

a. Campanhas de sais de reidratação oral

b. Campanha de Certidão de Nascimento: a falta de informação, a distância dos escritórios e a burocracia fazem com que as pessoas fiquem sem uma certidão de nascimento. A mobilização nacional para o registro civil de nascimento, que une o Estado brasileiro e a sociedade, [busca] garantir a cada cidadão de pleno direito o nome e os direitos.

c. Campanha para promover o aleitamento materno: o leite materno é um alimento perfeito que Deus colocou à disposição nos primeiros anos de vida. Permanentemente, a Pastoral da Criança promove o aleitamento materno exclusivo até os seis meses e, em seguida, continuar, com outros alimentos. Isso protege contra doenças, desenvolve melhor e fortalece a criança.

d. Campanha de prevenção da tuberculose, pneumonia e hanseníase: as três doenças continuam a afetar muitas crianças e adultos em nosso país. A Pastoral da Criança prepara materiais específicos de comunicação para educar o público sobre sintomas, tratamento e meios de prevenção destas doenças.

e. Campanha de Saneamento: o acesso à água potável e o tratamento de águas residuais contribuem para a redução da mortalidade infantil. A Pastoral da Criança, em colaboração com outros organismos, mobiliza a comunidade para a demanda por tais serviços a governos locais e usa os meios ao seu dispor para divulgar informações relacionadas ao saneamento.

f. Campanha de HIV/Aids e Sífilis: o teste do HIV/Aids e sífilis durante o pré-natal permite a redução de 25% para 1% do risco de transmissão para o bebê. A Pastoral da Criança apoia a campanha nacional para o diagnóstico precoce destas doenças.

g. Campanha para a Prevenção da morte súbita de bebês “Dormir de barriga para cima é mais seguro”: Com a finalidade de alertar sobre os riscos e evitar até 70% das mortes súbitas na infância, a Pastoral da Criança lançou esta grande campanha dirigida às famílias para que coloquem seus bebês para dormir de barriga para cima.

h. Campanha de Prevenção do Abuso Infantil: Com esta campanha, a Pastoral da Criança esclarece as famílias e a sociedade sobre a importância da prevenção da violência, espancamentos e abuso sexual. Esta campanha inclui a distribuição de folheto com os dez mandamentos para a paz na família, como um incentivo para manter as crianças em uma atmosfera de paz e harmonia.

i. Campanha - 20 de novembro, dia de oração e de ação para as crianças: A Pastoral da Criança participa dos esforços globais para a assistência integral e proteção a crianças e adolescentes, em colaboração com a Rede Mundial de Religiões para a Infância (GNRC).

Em dezembro de 2009, completei 50 anos como médica e, antes de 2002, confesso que nunca tinha ouvido falar em qualquer programa da Unicef ou da Organização Mundial de Saúde (OMS), ou de outra agência da Organização das Nações Unidas (ONU), que estimulasse a espiritualidade como um componente do desenvolvimento pessoal. Como um dos membros da delegação do Brasil na Assembleia das Nações Unidas em 2002, que reuniu 186 países, em favor da infância, tive a satisfação de ouvir a definição final sobre o desenvolvimento da criança, que inclui o seu “desenvolvimento físico, social, mental, espiritual e cognitivo”. Este foi um avanço, e vem ao encontro do processo de formação e comunicação que fazemos na Pastoral da Criança. Neste processo, vê-se a pessoa de maneira completa e integrada em sua relação pessoal com o próximo, com o ambiente e com Deus.

Estou convencida de que a solução da maioria dos problemas sociais está relacionada com a redução urgente das desigualdades sociais, com a eliminação da corrupção, a promoção da justiça social, o acesso à saúde e à educação de qualidade, ajuda mútua financeira e técnica entre as nações, para a preservação e restauração do meio ambiente. Como destaca o recente documento do papa Bento 16, “Caritas in veritate” (Caridade na verdade), “a natureza é um dom de Deus, e precisa ser usada com responsabilidade.” O mundo está despertando para os sinais do aquecimento global, que se manifesta nos desastres naturais, mais intensos e frequentes. A grande crise econômica demonstrou a inter-relação entre os países.

Para não sucumbir, exige-se uma solidariedade entre as nações. É a solidariedade e a fraternidade aquilo de que o mundo precisa mais para sobreviver e encontrar o caminho da paz.

Final:

Desde a sua fundação, a Pastoral da Criança investe na formação dos voluntários e no acompanhamento de crianças e mulheres grávidas, na família e na comunidade. Atualmente, existem 1.985.347 crianças, 108.342 mulheres grávidas de 1.553.717 famílias. Sua metodologia comunitária e seus resultados, assim como sua participação na promoção de políticas públicas com a presença em Conselhos de Saúde, Direitos da Criança e do Adolescente e em outros conselhos levaram a mudanças profundas no país, melhorando os indicadores sociais e econômicos. Os resultados do trabalho voluntário, com a mística do amor a Deus e ao próximo, em linha com nossa mãe terra, que a todos deve alimentar, nossos irmãos, os frutos e as flores, nossos rios, lagos, mares, florestas e animais. Tudo isso nos mostra como a sociedade organizada pode ser protagonista de sua transformação. Neste espírito, ao fortalecer os laços que ligam a comunidade, podemos encontrar as soluções para os graves problemas sociais que afetam as famílias pobres.

Como os pássaros, que cuidam de seus filhos ao fazer um ninho no alto das árvores e nas montanhas, longe de predadores, ameaças e perigos, e mais perto de Deus, deveríamos cuidar de nossos filhos como um bem sagrado, promover o respeito a seus direitos e protegê-los.

Muito Obrigada!
Que Deus esteja convosco!
Dra. Zilda Arns Neumann
Médica pediatra e especialista em Saúde Pública
Fundadora e Coordenadora da Pastoral da Criança Internacional
Coordenadora Nacional da Pastoral da Pessoa Idosa